martes, 13 de mayo de 2014

Cargar tus 'gadgets' con el calor de tu cuerpo


Un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzadas de Korea (KAIST por sus siglas en inglés) ha dado un paso adelante en el tema, y lo ha hecho recurriendo a una fuente de energía constante, barata y cercana a estos dispositivos: el calor corporal. Si el cuerpo de cualquier usuario presenta de media entre 10 y 15 grados más que la temperatura ambiente, ¿por qué no aprovechar esa energía?

El equipo del profesor Byung Jin Cho ha desarrollado un generador termoeléctrico que es extremadamente ligero, flexible y que produce electricidad a partir del calor del cuerpo humano. Gracias a sus propiedades, puede adherirse a la piel y seguir sus movimientos sin perder eficacia y sin disminuir su capacidad.

Los generadores termoeléctricos no son ni mucho menos un concepto nuevo. Hasta la fecha se han utilizado dos clases distintas de estos dispositivos: los primeros basados en materiales orgánicos y los segundos en materiales inorgánicos.

Los generadores termoeléctricos basados en materiales orgánicos utilizan polímeros que son muy flexibles, por lo que son compatibles con la piel y en principio ideales para combinarlos con gadgets vestibles. Estos polímeros, sin embargo, tienen una salida energética bastante baja. Los generadores termoeléctricos basados en materiales inorgánicos solucionan este problema, puesto que su producción de energía eléctrica es muy alta, pero a cambio resultan pesados, son rígidos y bastante aparatosos, ya que van equipados con una carcasa, normalmente de aluminio o de cerámica, que contiene esos componentes.

Materiales 'impresos' sobre tela de cristal

El equipo de Cho diseñó un nuevo proceso para construir estos generadores que minimizan la pérdida de calor y maximizan la salida de energía eléctrica como resultado. Lo que hicieron fue sintetizar en forma de pastas semilíquidas los elementos termoeléctricos utilizados en estos generadores, y luego los emplearon, como si fuesen tinta, para imprimir con ellos sobre una pequeña pieza de cristal flexible, como si ésta fuese papel o tela.

Los materiales termoeléctricos permearon a través de la lámina de cristal, formando finas capas de apenas unos cientos de micras. El resultado era una dispersión perfectamente diseñada de puntos termoeléctricos en una lámina transparente y flexible.

De esta forma, la estructura se mantiene sin necesidad de coberturas más pesadas y rígidas, que en muchos casos absorben buena parte de la energía térmica y suponen una pérdida de eficacia de estos generadores.

El prototipo final elaborado por los científicos del KAIST, mide 10x10 centímetros y está pensado para cargar una pulsera inteligente, pero sus expectativas no se quedan ahí: “Nuestra tecnología es una forma fácil y sencilla de fabricar generadores termoeléctricos ligeros, extremadamente flexibles y con una eficacia muy alta. Esperamos que encuentre aplicaciones en sistemas escalados, como coches, fábricas, aeronaves y barcos donde vemos cómo se desperdicia mucha energía térmica”. 

Fuente: http://www.elconfidencial.com/

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