Las baterías actuales, usadas en los smartphones, son pesadas, rígidas, y de un tamaño considerable que no se ajusta a las necesidades de las gadgets vestibles.
Un reloj inteligente o una pulsera de fitness necesita una batería que abulte y pese poco, y sea flexible. Eso es exactamente lo que ofrecen los científicos de la Universidad Rice, en Houston (Estados Unidos).
El doctor James Tour y su equipo han creado una batería ultrafina y sensible, del grosor de una céntisima de pulgada, como una hoja de papel, que puede funcionar al mismo tiempo como supercondensador o como batería.
Si se carga muy rápido, se descarga muy rápido, actuando como supercondensador.
Si se carga lentamente, se descarga lentamente, corportándose como una batería.
Pese a su ínfimo grosor, posee una densidad energética de 112 kW/kg.
Además no usa litio, que es altamente contaminante. Esta batería ultrafina está formada por una capa de fluoruro de níquel de sólo 900 namómetros, con agujeros diseminados de tan sólo 5 nanómetros de diámetro, para aumentar la capacidad de carga.
Para que te hagas una idea, un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro.
En esa capa se inyectan electrodos en una capa de electrolito.
El resultado es una batería con un grosor de 0.2 milímetros que puede cargarse hasta10.000 veces, y doblarse más de 1000 veces, y seguir manteniendo el 76% de su capacidad de carga.
Los responsables del proyecto han confirmado que ya están en contacto con grandes fabricantes, que les han confirmado que podrán fabricarlas a un tamaño mayor y con más capacidad, mediante la superposición de capas.
Estamos viendo el futuro de las baterías en la próxima década. Una necesaria evolución para que los gadgets vestibles puedan ofrecer la ligereza y flexibilidad que necesitan antes de convertirse en artículos de uso cotidiano.
Fuente: www.http://computerhoy.com/
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